Pueblo
Sé que existo si me nombras
tú
sé que alumbro si me das tu
luz
que si esperas llegaré
puntual y
si no llegas, yo te espero
igual
Político
que por tu pie me pongo a
caminar
en cada despertar
que si pides doy, si me
llamas voy,
trenzas mi voluntad
se que puedo si me lo juras
tú
sí tu cara, siempre huir de
la cruz,
si me sonríes, vuelo
Pueblo
si te arrodillas, desespero
si tu tropiezas, yo caigo
si me perdonas, nazco,
si creces, yo te alcanzo y
si me olvidas, moriré
Político
Sé que existo si me nombras
tú
que si lloras, cargo con tu
cruz,
sí me rindo es que no oí tu
voz,
sí te duele, me desangro yo
Pueblo
sé que existo si me nombras
tú,
Político
que sin ti seré nadie en la
multitud,
que sin ti seré nadie en la
multitud.
Una canción de amor
interpretada en un juego de interpretación entre un pueblo y su representante,
un algo ideal y utópico, lo que debiera ser y por desgracia, no es. Reflejo
oscuro y triste de una labor noble ensuciada sin remedio de ser cambiada si no hacemos
el esfuerzo desde el pueblo de orientar nuestras confianzas y deseos sobre
aquellos que salen de nosotros mismos, que fueron pueblo y representantes de
igual forma, indistinta y coyunturalmente y siempre buscando aquello que el
pueblo necesita y desea. Espero que un día este sueño sea realidad y
ennoblezcamos, entre todos, esta actividad y su protagonista único, el pueblo.